Una propuesta gastronómica, rotunda y con esencia, que enamora el paladar
Ana S. Diéguez
Perfeccionista, valiente y luchador. El simpatiquísimo Álvaro Toscano, un enamorado del norte y del buen comer, nos abre las puertas de su nuevo restaurante en la capital que aún no ha cumplido un año de vida. Un acogedor espacio que ya cuenta con una fiel clientela que no duda en volver porque en DCool siempre nos hacen sentir como en casa.
Al frente de DCool, Álvaro recibe, atiende y maneja las brasas con una maestría adquirida a base de mucha práctica. Disfruta lo que hace y se nota. Le gusta hablar con sus clientes, que ya son parte de la pequeña gran familia que es DCool, y donde siempre se respira buen rollo. El lugar ideal para los amantes del buen comer y del mejor beber, que siempre verán cumplidas con creces sus expectativas.
Los impresionantes cortes de carne que se exhiben en el mostrador del restaurante, son uno de sus grandes reclamos, sin duda, el paraíso de los paladares más carnívoros. Pero en DCool, la oferta gastronómica no se limita a sus sublimes carnes.
En sus dos cartas, la de terraza y la de sala, nos seducen apetecibles bocados que nunca defraudan. Una cocina que parte de las mejores materias primas y que elaboran siempre con mucho amor. Un recetario con alma que ha sido fruto de innumerables pruebas en constante búsqueda de esa perfección que tanto perturba a Toscano.
En nuestra visita a DCool
comenzamos saboreando dos versiones de su riquísima ensaladilla. La trufada y la de gamba roja con polvo de carabinero. Un magnífico comienzo que nos condujo a unas sabrosas croquetas de chipirón y de jamón que resultan ideales para compartir.
Seguimos con su famoso sam de langostinos en tempura con salsa kimchi, uno de los platos estrella de DCool que, sin duda, nos hará volver muy pronto y que compartió protagonismo con unos seductores huevos trufados que son una auténtica delicia.
El pulpo a la brasa con parmentier de patata nos cautivó de inmediato.
Tierno por dentro con ese acertado toque crujiente por fuera, y acompañado del cremoso parmentier, se trata de una elaboración realmente exquisita que merece la pena probar cuando se visita DCool.
De los pescados, Álvaro nos sugirió la ventresca. Delicada y sin esa grasa que suele caracterizar a estte pescado, nos sorprendió por su sutileza y delicado sabor. Absolutamente brutal. Terminamos nuestro homenaje en DCool con una carne Simmental de ocho años de maduración y cuarenta y cinco días de cámara, que casi hace que se nos salten las lágrimas. Una verdadera locura que acompañamos con unas riquísimas patatas fritas y unos acertados pimientos de Padrón. Ya sabéis… Unos pican y otros no.
De postre, su magnífica tarta árabe remató una velada inolvidable que estamos deseando repetir.
DCool son buenos momentos alrededor de una mesa, que nos cautiva con su cuidada carta protagonizada por la magia de las brasas. Un restaurante con alma y esencia gracias al empeño y esfuerzo del increíble, Álvaro Toscano. Un verdadero crack.

D Cool
Dirección: Modesto Lafuente 82
Teléfono: 689 062 878
Precio Medio: 30€ en terraza / 60€ en salón
Web: https://restaurantedcool.com/
Puntuación: 4,5
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