Era de esperar. El Cambio Climático, la Agenda 2030, los ODS y los criterios ESG habían llegado a la empresa para impactar sobre ella y sobre toda la sociedad. Que las grandes empresas iba a ser las primeras en subirse al carro de los 17 ODS, era algo obvio. Que la sostenibilidad así entendida terminaría por afectar al resto de empresas en sus cadenas de suministro, era cuestión de tiempo.
Y ya está aquí. Esta semana, Iberdrola ha extendido su apuesta por los criterios ESG (medioambientales, sociales y de gobernanza) a que los cumplan sus proveedores. El objetivo, que el 70% de sus principales empresas suministradoras en todo el mundo cumplan estos criterios de sostenibilidad para el año 2022.

Pero no es el único cambio. En materia de sostenibilidad ya no basta con ser bueno ni con parecerlo, ahora también hay que demostrarlo. Para ello, la energética ha creado un modelo y una plataforma digital, desarrollada por la ‘scale-up’ española GoSupply, en la que los proveedores de la compañía pueden autoevaluarse. Eeste sistema mide el grado de compromiso con los principios ESG con la siguiente medida: 40% el medio ambiente, un 30% lo social y un 30% el buen gobierno.
Las empresas que obtengan una baja calificación, podrán recibir apoyo de Iberdrola para detectar ámbitos de mejora. Igualmente, les propondrá un plan de acción individualizado para implementar actuaciones que les permitan cumplir con criterios ESG establecidos internacionalmente. En la actualidad, Iberdrola cuenta con más de 22.000 proveedores en todo el mundo a los que realiza compras por valor de 20.000 millones de euros al año,
Eso sí: aquellos proveedores que no logren adaptarse a las exigencias en esta materia, serán excluidos de futuras licitaciones hasta que los cumplan. De este modo, Iberdrola señaló que no solo actúa como tractor económico e industrial en los territorios donde desarrolla su actividad, sino también como catalizador de la sostenibilidad en toda su cadena de valor.
El compromiso del grupo con los criterios ESG se concreta también en el modelo de gestión y retribución: el plan retributivo está ligado al incremento del número de proveedores sujetos a políticas y estándares de desarrollo sostenible.
Algunos de estos estándares son, por ejemplo, contar con una estrategia de derechos humanos, un código de conducta para sus proveedores, unos estándares de salud y seguridad (ODS 3). Igualmente, valora que cuente con una estrategia global de sostenibilidad medioambiental que incluya estrategias sobre el agua (ODS 6), la energía (ODS 7) y la biodiversidad (ODS 14 y 15).
Deja una respuesta