Un bonito local que hace gala de una atractiva propuesta gastronómica a precios razonables

Ana S. Diéguez
Animados por el éxito cosechado con Ottica y Occhiali, el imparable Grupo Ottica nos sorprendía el pasado verano con una nueva apertura en el Parque de las Avenidas. Concretamente en la madrileña Avenida de Bruselas, arrancaba su andadura La Lupa. Un coqueto restaurante con un cuidado interiorismo que nos traslada a la estética de los felices años veinte. El último proyecto gastronómico de los incombustibles Nacho Martín Tabares y Eduardo Morán. Un dúo imparable que ha dado en el clavo, logrando llenar sus locales en época de pandemia.
Un espacio que podría pertenecer fácilmente a cualquiera de los episodios de la exitosa serie Velvet. Rincones luminosos y acogedores en los que las tonalidades y texturas han sido cuidadosamente seleccionados para crear un ambiente con esencia propia. Detalles que han cuidado al milímetro con el objetivo de crear un lugar que incita al disfrute a cualquier hora del día. Desayunos, aperitivos, comidas, afterworks, o cenas.
En La Lupa cada momento es especial y se complementa con una cuidada propuesta gastronómica que fusiona equilibradamente la tradición con la vanguardia que podemos disfrutar tanto en sus agradables salones como en su encantadora terraza a pie de calle. En su carta, elaboraciones que ensalzan los productos locales y nacionales. Materias primas de primerísima calidad, que elaboran meticulosamente y con mucho cariño para conquistar al comensal. Una amplia y variada selección de apetecibles bocados ideales para compartir que nunca defraudan. Platos para todos los gustos, con un denominador común, la calidad.
Una cocina sumamente honesta que busca siempre el disfrute del cliente. Una sinergia atrevida pero muy estudiada que logra fusionar acertadamente la vanguardia con la tradición con resultados que nunca defraudan.

En esta ocasión, comenzamos compartiendo una espectacular y original ensaladilla cremosa con mayonesa de carabinero. Elaborada con cola de langostinos, zanahoria, migas de merluza y huevas de tobiko fue, sin duda, la mejor forma de empezar nuestra incursión en la atractiva carta de la Lupa.
Seguimos con unas sabrosísimas croquetas del chef que en esta ocasión eran de bacalao. Un rotundo acierto. Con una textura sumamente cremosa y delicada, un rebozado crujiente y una temperatura perfecta, nos condujeron a los increíbles tacos MX de gambón con salsa cremosa de chipotle. Una receta que preparan con crema de Idiazabal, gambón, guacamole, cebolleta china, cebolla morada, y mayonesa de chile chipotle sobre una colorida tortilla de chipotle que es una auténtica locura.
Los raviolis de parmesano con gamba infusionados con albahaca que probamos a continuación nos sorprendieron muy gratamente. Ligeros. Elegantes. Repletos de sabor. Una receta diferente y equilibrada, que merece la pena probar y que dio paso a uno de los platos estrella de La Lupa, el tuétano marinado en miso asado en parrilla. Sencillamente brutal. También probamos el tataki de salmón sopleteado con barbacoa japonesa, tirabeques salteados y alga wakame que nos pareció delicioso y una riquísima zamburiña de changurro gratinada. Antes de pasar al postre, nos deleitamos con el fabuloso costillar ibérico que cocinan a baja temperatura y aderezan con un acertado glaseado con barbacoa.
Haciendo verdaderos esfuerzos compartimos el falso magnum. Un postre fuera de carta que nos recomendó Yago, el encantador camarero de La Lupa y que nos conquistó desde el primer bocado.
La Lupa, una grata sorpresa en la Avenida de Bruselas que nos seduce con un cuidado interiorismo, una apetecible colección de deliciosos bocados y un ambiente sumamente agradable que fomenta el disfrute a cualquier hora del día. Pequeños detalles que marcan la diferencia y que nos tientan a volver… mucho antes de lo que teníamos pensado.
La Lupa Restaurante
Dirección: Avenida de Bruselas 69
Teléfono: 919 33 54 13
Precio Medio: 35 €
Menú del día: 12, 90 €
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