Todos los 5 de enero de cada año se celebra en la mayoría de los municipios españoles una de las tradiciones más arraigadas de la Navidad en nuestro país, la Cabalgata de Reyes. Según el Nuevo Testamento, cada 6 de Enero conmemoramos el momento en el que los Reyes Magos de Oriente vieron por primera vez a Jesús, siendo así su principal presentación al mundo.

El origen de esta celebración no está claro. Algunos consideran que el primer rastro documentado de los orígenes de la Cabalgata de Reyes se remonta al año 1866 en la ciudad alicantina de Alcoy en donde se celebraba “El Panerot”, un acontecimiento organizado por jóvenes que buscaban conseguir comida para los niños pobres, obreros y trabajadores de la ciudad. Además, al terminar el recorrido se celebraba, como no podría ser de otra manera, un espectáculo pirotécnico.
En la capital de España no existen referencias a esta celebración hasta la primera década del siglo XX. Aunque, y según diversos documentos históricos, antes de 1850 los madrileños ya celebraban unos festejos conocidos como “la espera de los Reyes”. Esta celebración consistía en que un grupo de ciudadanos recorría las calles de Madrid causando alboroto durante el día 5 de enero. Sin embargo, esta festividad estaba completamente al margen de lo religioso, ya que la propia iglesia la tachaba de “irreverente y grotesca”. Hasta 1929 y con el patrocinio del Heraldo de Madrid no se celebró la primera cabalgata de Reyes, más parecida a como la conocemos hoy en día.
Si hablamos de Barcelona y según diversas fuentes históricas, en 1855 la Ciudad Condal celebró unos festejos en la tarde del día 5 de enero para amenizar la llegada de los Reyes Magos. Aunque, el término cabalgata no apareció en las crónicas de la ciudad hasta 1879, año en el que el empresario Miguel Escuder organizó una cabalgata benéfica para entregar el aguinaldo a los niños de la Casa Provincial de Caridad, de Misericordia y de Maternidad y Expósitos.

Poco a poco, estas celebraciones pasaron de ser organizaciones privadas a ganar un público fiel, hasta el punto de que en casi todas las grandes ciudades españolas comenzaron a desfilar los Reyes Magos y sus pajes cada 5 de enero.
Tras los años de guerra y posguerra, esta festividad quedó aparcada hasta 1953. Desde entonces, cada tarde del 5 de enero se ha consolidado la bonita tradición de ver pasar a los Reyes Magos por las calles de la mayor parte de las ciudades y pueblos de España.
Lo que sí es una certeza es que el origen de las cabalgatas, sea en la ciudad que sea, se basa en la ayuda a los más desfavorecidos. Hoy en día siguen buscando alimentar la ilusión de todos los niños del país y de muchos mayores, que por una noche, vuelven a su infancia olvidándose de todos sus problemas.
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